Como sabrás, somos parte importante, irrenunciable, de ese triángulo mágico del que desde tiempos inmemoriales brotan algunos de los vinos más prestigiosos del mundo, el Marco de Jerez.
Acunados por un clima benigno, suave, que bebe de la brisa atlántica, nuestros caldos son producto de una tradición milenaria, heredada y cultivada generación tras generación y cuyos grandes secretos duermen en nuestras vides y bodegas.
Pocos viajes son equiparables a esos que, como te invitamos a descubrir, nos proponen los mil y un matices y aromas de los vinos chiclaneros. Experiencias que harán que tu paladar y olfato queden envueltos, hipnotizados, por lo más íntimo y profundo de las entrañas de nuestra tierra. Vinos de reconocida fama internacional, alabados por los paladares más exigentes, que fluyen de forma natural a través de finos, moscateles, olorosos, amontillados, creams, tintos, rosados, blancos.
Una cultura, una forma de entender la vida y de interpretar las bondades de la tierra que se escenifica en nuestras vides, pero también en nuestro casco urbano, en el que podrás disfrutar de esos templos del vino que son nuestras bodegas. Primitivo Collantes, San Sebastián, Vélez, Unión de Viticultores Chiclaneros “Bodega Cooperativa”, Manuel Aragón “Sanatorio” y Miguel Guerra, dibujan uno de los itinerarios más mágicos, más auténtica, de esa Chiclana, la nuestra, que nos emociona que descubra y que, sobre todo, paladees.
Si te apetece, te invitamos que, a modo de prólogo, visites el Centro de Interpretación del Vino y la Sal.