Chiclana, de Origen Fenicio | Rutas de nuestra historia

La ruta “Chiclana, de origen fenicio” recrea en el término municipal el recorrido que los primeros fenicios hicieron cuando llegaron a nuestras costas, desembarcaron y se asentaron en el Cerro del Castillo. Es decir, permite recorrer las playas de La Barrosa y Sancti Petri, atravesar la marisma (Parque Natural Bahía de Cádiz) y seguir el cauce del río Iro –vínculo natural con nuestra historia– hasta llegar al yacimiento del cerro del Castillo, origen del entramado urbano de la ciudad de Chiclana, y su futuro centro de interpretación, denominado Nueva Gadeira | Espacio Arqueológico.

La ruta comprende un itinerario entre dos miradores situados en la playa de La Barrosa, cerca de la Torre del Puerco, y en la Avenida Reyes Católicos, frente al cerro del Castillo. Entre ellos discurren diez hitos señalizados por la figura identificativa de Melkart, el dios principal de Tiro y también de las islas Gadeira.

Antonio Aparicio Mota ha creado una escultura de Reshef-Melkart en laminado de fibra de vidrio con resina. Y representa a la divinidad de pie con faldellín, al uso de las representaciones de exvotos fenicios. Un Melkart humano e idealizado, con un pequeño giro en la cabeza que provoca la sensación de entablar un diálogo con el espectador y que huye del hieratismo propio de las figuras del siglo V y VI a. C. Una talla con reminiscencias del canon egipcio –aquí aparece como un trasunto de Osiris– y frente a la iconografía romana del Hércules Gaditano.

 

MIRADORES

Mirador 1. El Templo de Melkart y las islas Gadeira

Parque Periurbano de La Barrosa

En torno al siglo XI-X a. C. llegaron los fenicios hasta esta costa guiados por el oráculo de Tiro. Fundaron Gadir y una serie de importantes asentamientos en el archipiélago que desde entonces fue conocido como islas Gadeira. En las cercanías del actual castillo de Sancti Petri erigieron el templo de Melkart, divinidad asociada a la navegación, a la expansión colonial, al comercio, a la resurrección y a la vida.

Reshef, divinidad cananea, fue asimilado por sincretismo con Melkart, dios principal de Tiro. La etimología de Melkart significa “rey de la ciudad”. En un principio dios de la agricultura y con el tiempo protector de la navegación y del comercio. Muy especialmente de las colonias fenicias de la península y del estrecho de Gibraltar. Su santuario se convirtió en el símbolo del poder tirio en aguas del Atlántico y su culto imitó en sus más importantes rasgos al de la metrópoli. Importante fue también el culto a Astarté, diosa de la madre naturaleza, la vida y la fertilidad.

Los fenicios fueron grandes constructores, erigieron el templo de Salomón y fundaron ciudades fieles a su conocimiento de las técnicas y métodos constructivas a través de todo el Mediterráneo hasta el Atlántico.

Eran los “señores de rojo”, grandes navegantes que se consagraron al comercio. Su control sobre las rutas comerciales hizo posible la implantación de una talasocracia con la que gobernaron en Mediterráneo. Introdujeron también el cultivo de la vid y el olivo. Se les atribuye además la invención del tinte púrpura y la producción de sal y salazones… entre otros muchos aspectos, aún fundamentales en la identidad colectiva de la provincia de Cádiz.

 

Mirador 2. El cerro del Castillo, origen de la ciudad

Avenida Reyes Católicos

La muralla de casernas hallada en el cerro del Castillo en 2006, junto a restos constructivos y cerámicas de tipología fenicia, permite definir el cerro del Castillo como origen del entramado urbano de Chiclana, seguramente en el s. VIII a. C. La decena de excavaciones muestran niveles de ocupación ininterrumpidos desde el Bronce Final-Hierro I (1200-800 a C.). Han emergido, además, importantes restos romanos, almohades, modernos y contemporáneos.

El descubrimiento de estos restos arqueológicos se produjo cuando se realizaban unos trabajos de Control Arqueológico de movimiento de tierra, previo a la construcción de unas viviendas, en un solar de 4000 m2 situado entre las calles Castillo, Convento, Ánimas y Santísima Trinidad. Los niveles arqueológicos conservados (diferentes estratos de tierra y objetos arqueológicos muebles e inmuebles) nos transmiten la ocupación desde la Prehistoria Reciente hasta la actualidad.

Entre los restos constructivos fenicios conservados destaca el lienzo de una “muralla de casernas” con características orientales y cronología muy antigua, exhumado por un equipo dirigido por la arqueóloga Paloma Bueno Serrano. Si existe en el yacimiento un elemento importante y que lo dote de singularidad ese es precisamente esta fortificación. La construcción de esta se atribuye a los fenicios. Es este elemento el que define la ciudad y la relaciona con el santuario de Melkart en Sancti Petri.

La denominación de Cerro del Castillo, sin embargo, es más reciente. Está vinculada a la existencia de un torreón de origen almohade, reconstruido en el siglo XIV y derribado desafortunadamente en la Guerra de la Independencia, conocido como “castillo de Lirio”, en referencia a una de las denominaciones del río Iro. Y que estuvo situado, precisamente, a pocos metros de la “muralla de casernas” fenicia, sobre la actual cantera.

 

HITOS

1. Melkart y la navegación. Parque Periurbano de La Barrosa

Los fenicios navegaban en cabotaje, siguiendo la costa. Desde el Mediterráneo, se adentraron en el Atlántico en un tercer viaje exploratorio en busca de la tierra prometida por el oráculo de Melkart. Fundaron Gadir al norte del archipiélago y, al sur, el santuario dedicado a su dios y protector, señor de Tiro. Frente al templo, avistaron un promontorio –el actual cerro del Castillo– junto a un ancho río y crearon uno de los primeros asentamientos de las Gadeira.

 

2. Melkart y la pesca de atún. Playa de La Barrosa, acantilados de Torre Bermeja.

Entre las numerosas herencias que la colonización fenicia ha dejado en nuestras tierras se encuentra la pesca de atún, que además tuvo un notable arraigo como símbolo de las islas Gadeira en la acuñación de monedas y también en el arte. Los fenicios introdujeron asimismo la salazón y su comercio por el Mediterráneo. También el garon, la exquisita salsa que los romanos denominaron “garum”.

 

3. Melkart y el comercio mediterráneo. Playa de Sancti Petri, acceso a la Punta de Piedra.

Los fenicios de Tiro cruzaron el Mediterráneo y fundaron Gadir aproximadamente en el 1100 a C. en una campaña de expansión en busca de materias primas y metales preciosos: plata, sobre todo, pero también oro y estaño. El santuario de Melkart se erigió en el eje de los intercambios comerciales de la monarquía de Tiro en el Mediterráneo occidental, en donde crearon después de Gadir numerosas colonias.

 

4. Melkart y la religión. Paseo Marítimo de Sancti Petri.

Reshef, divinidad cananea, fue asimilado por sincretismo con Melkart, señor de Tiro. La etimología de Melkart significa “rey de la ciudad”. En un principio, era dios de la agricultura y de la fertilidad. Con el tiempo, y sobre todo en las colonias atlánticas, también fue protector de la navegación y del comercio. El santuario dedicado a Melkart simbolizaba el poder de Tiro en aguas del Atlántico y su culto imitó al de la metrópolis.

 

5. Melkart y la colonización. Sendero de la salina de Carboneros.

Los tirios erigían sus colonias a imagen y semejanza de la metrópolis, también sucedió así en las islas Gadeira. En Eritheia fundaron Gadir –literalmente, “recinto amurallado”–, que más tarde creció al norte de Kothinoussa. Al sur de esta isla, la de mayor superficie, construyeron el santuario a Melkart. La tercera isla, al este, era Antipolis. En la inmediata costa, también fundaron dos ciudadelas: el Castillo de Doña Blanca y el Cerro del Castillo.

 

6. Melkart y la sal. Río Iro, junto a la Salina de Santa Mª de Jesús. Ruta de los Esteros.

La obtención de sal mediante evaporación de agua del mar fue otra de las grandes aportaciones de la cultura fenicia en el sur de la Península Ibérica. La sal era imprescindible para la salazón de atún. Necesaria también para alimentar al ganado, curtir sus pieles, obtener la púrpura o, incluso, mejorar los vinos. Los fenicios comercializaron por todo el Mediterráneo con la sal de las Gadeira y sus marismas.

 

7. Melkart y la agricultura: el aceite. Río Iro, junto al Puente del VII Centenario.

Las vías fluviales –como el caso del río Iro– fueron fundamentales para la incursión tierra adentro de un pueblo eminentemente navegante. No solo para la colonización, también para la expansión del comercio y la agricultura. Los fenicios extendieron el cultivo del olivar al sur de la península Ibérica. El aceite como alimento indispensable, pero también para lucernas de iluminación de arcilla y bronce.

8. Melkart y la agricultura: el vino. Río Iro, junto al Puente Chico.

El viñedo fue una de las grandes aportaciones de la agricultura fenicia –y, especialmente, la púnica– a lo largo de todo el Mediterráneo occidental. Los colonizadores fenicios incorporan la “cultura del vino”, primero, con la importación de vinos orientales, sobre todo griegos, y, después, en época púnica, con una producción vitivinícola que a partir del siglo IV a C. es ya un pilar de la economía del sur peninsular, incluida la campiña gaditana.

 

9. Melkart y el hogar. Río Iro, junto al Puente Grande.

Hace tres mil años, el río Iro –con un ancho cauce y navegable hasta la actual Medina– desembocaba junto al cerro del Castillo, que asomaba en la línea de costa formando un cabo. En la cima de ese promontorio, a más de 20 metros sobre el nivel del mar, los tirios crean un asentamiento marcado por su posición estratégica y valor defensivo, pero también hogar, residencia y abastecimiento vinculado al santuario de Melkart.

 

10. Melkart y la defensa del territorio. Cerro del Castillo.

La solida muralla (s. VI a. C.) de tipología oriental del Cerro del Castillo formaba parte de un recinto fortificado que protegía el asentamiento fenicio ante una amenaza procedente de tierra adentro. Su localización también era fundamental para la protección del templo de Melkart y sus riquezas. Frente al santuario, formaba una “puerta simbólica” de acceso hacia Gadir, principal núcleo de las islas Gadeira.

Chiclana con la cultura!

Más info en el tríptico adjunto.

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