Loma del Puerco
Cae la tarde y sobre la franja de acantilados de La Barrosa se divisa una torre de piedra, una de esas que, tiempo atrás (siglo XVI), fue mandada a construir por Felipe II para defender la costa de los ataques de los piratas berberiscos.
Pese a su escasa altura, desde su base, a siete metros sobre el nivel del mar, podemos dominar la espectacular extensión de la costa chiclanera y, ¡te lo aseguramos!, disfrutar de uno de los atardeceres más impactantes del sur.
Declarada Bien de Interés Cultural y testigo de una de las grandes batallas que tuvieron lugar en el litoral andaluz (La Batalla de Chiclana, 1811, Guerra de la Independencia), sirvió de atalaya para controlar el paso milenario de los atunes rojos y es punto privilegiado para la observación del paso anual de miles de aves migratorias.